El servicio ofrecido por algunos trabajos conlleva la posibilidad de inhalar sustancias que puedan ser nocivas para el trabajador, así como polvo, humo o vapores. Aunque el objetivo de las mascarillas es en otros casos el inverso; tratar de mantener alejados posibles patógenos que podrían transmitirse desde el trabajador hacia el usuario a través de la boca, como es el caso de los médicos cirujanos, o los dentistas, los cuales deben de mantener prácticamente cada centímetro de su piel alejado del paciente por tal de evitar contagios innecesarios. Las mismas razones serían aplicables a los trabajadores que se dedican a tratar con alimentos, es bien sabido que éstos deben de permanecer en un estado óptimo durante todo el tiempo en que son tratados. Las mascarillas desechables solucionan éste problema de forma sencilla, una simple goma atada alrededor de la cabeza asegura la sujeción, luego dependiendo de la mascarilla el resultado será uno u otro. http://www.desechablesesteticaybelleza.es/17-mascarillas_desechables Las mascarillas del tipo concha mantienen una forma rígida adaptándose a la nariz y facilitando la respiración mientras filtra el aire reteniendo las moléculas de humo y polvo, son perfectas para el ámbito de la limpieza, o para cualquier entorno en donde exista el peligro de inhalar polvo u otras sustancias nocivas. Hay también simples mascarillas de papel que cumplen su función perfectamente en el ámbito de la odontología, por ejemplo. Y luego están las mascarillas de alto riesgo, confeccionadas en polipropileno, —un material muy resistente y ligero— esenciales en el campo de la cirugía o trato con pacientes graves. |